Mi experiencia como Coach me ha llevado a entender al ser humano y
saber que a veces necesitamos escucharnos a nosotros mismos, pero a
través del acompañamiento abierto de un experto.
Lo interesante del coaching es que a pesar de estar con otra persona que
amablemente y en confianza te hace preguntas, es más como si estuvieras
solo y estas preguntas te llevan a la reflexión y te hacen descubrir
realidades, que, aunque están en tu interior, nunca habían salido a flote ya
que al parecer que todo es obvio no te preguntas o cuestionas actitudes,
comportamientos y todo lo que aparezca en el camino y que de alguna
manera puede retrasar la obtención de los resultados que esperas.
Es curioso, pero en una sesión siempre te llevaras algo que te servirá en tu
vida cotidiana.
El coaching permite gestionar emociones y creencias de forma efectiva y
esto te llevara a lograr resultados eficientemente y más rápido.
Lo más importante cuando alguien asista a una sesión de coaching es que
realmente este comprometido con el proceso, lo cual ayudara a dar con el
resultado esperado por la persona.
Estos procesos son cruces de puentes en cada sesión, es decir, partes de
una situación actual y quieres lograr una meta, ese espacio desde donde
estas y la meta a alcanzar constituye ese puente que cruzaras en
compañía de alguien que te apoyará para que tú mismo vayas
construyendo ese puente, colocando piedra por piedra hasta llegar a la
meta, lo cual hará que, al alcanzar tu meta, te sientas muy bien ya que es
algo que has conseguido por ti mismo y desde tu interior.
Todos tenemos todas las capacidades para lograr lo que anhelamos, no
hay límites. Descubre tu potencial y explótalo para lograr la vida que
quieres y te mereces. La semilla no crece sola, se siembra, se riega y se
cuida y al tiempo tendrás una robusta y frondosa planta y esta planta
creció por el acompañamiento de quien la cuidaba, pero la planta con sus
propios atributos despego y se desarrollo hasta ser una belleza natural.
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